¿Cómo se logra cambiar las programaciones inconscientes?
Se aprovechan algunas de las características que tiene el inconsciente, y aunque son las mismas con las que se crearon los programas que pueden limitar, usadas correctamente pueden estar a nuestro favor para crear las nuevas programaciones que se quieren.
Estas son algunas de las características del inconsciente:
El inconsciente es literal, todo se lo toma como una absoluta verdad. No tiene sentido del humor; lo que interpretó en determinada situación, para él es real. Por ejemplo, si al llegar al vientre materno se vive una situación que hace que ese nuevo bebé no se sienta bienvenido, pudo ser que mamá se estresó, pensaba que no podría tenerlo, etc., el inconsciente puede grabar literalmente “soy un problema”, “no merezco estar acá”, y esto serán programaciones que nos llevarán a resultados en la vida no muy buenos, por ejemplo, generar problemas constantemente en la vida, no tener prosperidad económica o en pareja porque “no mereces”, u otros programas.
El inconsciente no tiene poder de discernir, para él no hay nada bueno ni malo, las cosas simplemente son lo que grabó. Como en un computador, los programas no son buenos ni malos, solo son programas; si a un computador le ponemos un virus, lo va a ejecutar de la misma forma en que ejecuta un programa gráfico. Igualmente, el inconsciente va a repetir los programas una y otra vez, sin importar que eso no nos haga sentir bien. De hecho, el inconsciente asume que está haciendo su trabajo a la perfección, está cumpliendo los programas que inconscientemente asumimos; entendámoslo como ese empleado perfecto que cumplirá lo que le indicamos, el punto es que no nos acordamos que fue lo que le pedimos, por eso la importancia de conocer esos programas, para que se ejecute lo que realmente queremos.
Para el inconsciente el tiempo es diferente de como lo percibimos, todo es PRESENTE, no existe el pasado ni el futuro. Esto quiere decir que todo está pasando al mismo tiempo, y eso que creemos que pasó, en realidad TODAVÍA ESTÁ PASANDO, repitiéndose constantemente. Se sigue manifestando en algo que codificaste esa situación o programa: un síntoma, una emoción o un resultado; esa es la forma en que el inconsciente vive todo en presente: todavía sentimos el miedo que tuvimos de niños cuando papá se fué, solo que no lo recordamos; sentimos el miedo cuando alguna situación simbólica no lo recuerda.
Esta característica es la que nos va a permitir que sea TAN FÁCIL CONTACTAR CON EL INCONSCIENTE, porque vive en presente y cada evento todavía está pasando. Basta con conectar con la emoción y podremos estar en esa situación nuevamente para liberarla.
Para el inconsciente es lo mismo si algo es real o simbólico, cuando entendemos lo que significa esta propiedad del inconsciente, Podemos hacer maravillas con nuestra vida; esta es una de las características que nos ayuda a liberar y cambiar programaciones.
De hecho, se puede evidenciar muy fácilmente, solo pensar en algo que nos genera una emoción ante algún símbolo, por ejemplo, una persona tuvo un evento que lo marcó, una situación de agresión con una persona que llevaba un sombrero; luego, sin saber, recrea esa emoción siempre que ve a alguien con un sombrero parecido. Puede pasar que ese perfume de mamá cuando eramos niños se quedó grabado en nosotros como un símbolo de mamá y, cada que estemos ante un olor parecido, vamos a relacionarlo con mamá, aunque no seamos conscientes de eso. Puede ser también que si añoramos el amor de papá vamos a conseguir una pareja que simbólicamente se parezca a él, cualquier símbolo: su nombre, su fecha de nacimiento, su comportamiento, etc.
Por esta característica, una vez que conectamos con ese momento del pasado -que en realidad “está en presente” y todavía está pasando- es posible crear una nueva realidad. Simbólicamente reescribimos la historia en nuestro inconsciente, ponemos una nueva realidad, y como para el inconsciente es lo mismo si algo es real o simbólico, se lo cree y así se empieza a reescribir un programa. Por ejemplo, si hay un/a tú de niño/a que en determinada situación necesitaba protección puedes, simbólicamente, contactar con ese/a niño/a y darle esa protección; para el inconsciente va a ser real, ya no vas a tener un programa de desprotección –que te puede llevar, por ejemplo, a un síntoma de sobrepeso– sino que vas a tener un programa de protección y puedes dejar de manifestar ese síntoma porque lo descodificaste con ese símbolo.
Para el inconsciente el otro no existe, es decir, lo que está pasando en y con el otro me está pasando a mí, habla de mí. El otro es un espejo donde podemos vernos.
Esta característica es la que nos ayuda, si somos observadores del entorno, a conocer mi inconsciente, porque los programas se van a estar manifestando en el relacionamiento con el otro, en las emociones que nos genera el otro.
El inconsciente “no tiene como no manifestarse”, si somos observadores siempre podremos tener pistas de qué hay en el inconsciente.
¡Nos vemos en el inconsciente!
Aleph Echavarría Betancur
Reprogramación del Inconsciente