¿Te gustaría jugar un juego sin conocer las reglas?
¡Es muy probable que la respuesta sea no!
Sin embargo, eso es exactamente lo que hacemos día a día en nuestra vida cuando no nos ocupamos de conocer nuestro inconsciente y de entender cómo funciona.
¿Y para qué nos sirve conocer el inconsciente?
Porque el inconsciente gestiona nuestra vida. Podemos seguir culpando a cosas externas de lo que nos pasa o de no tener los resultados que queremos, o podemos elegir cambiar nuestro inconsciente y empezar a cambiar nuestra vida.
¿Cómo es eso?
El inconsciente representa el 95% de nuestra mente y es el mecanismo encargado de nuestra supervivencia, se encarga de manejar las funciones biológicas de nuestro cuerpo y también de ejecutar programas que él siente que le ayudan a garantizar esta supervivencia.
Es decir, ¡¡tenemos la potestad de gestionar nuestra vida!!
Por eso la importancia de conocerlo para que la gestione hacia donde queramos y no hacia lo que tenemos grabado sin saberlo.
CONOCER TU INCONSCIENTE Y ENTENDER CÓMO FUNCIONA ES CONOCER LAS REGLAS DEL JUEGO LLAMADO VIDA, PARA TENER LOS MEJORES RESULTADOS POSIBLES.
¿Y qué hace que el inconsciente gestione nuestra vida?
Cuando llegamos al vientre materno y somos apenas un par de celulitas que acaban de unirse, nuestro inconsciente ya está ahí, con la misión que tiene de garantizar nuestra supervivencia. Empieza a recoger de su entorno toda la información que siente que le va a garantizar esta supervivencia.
¿Qué hace? Por ejemplo, tomar información del exterior: “si afuera están viviendo es porque saben hacerlo”. Pero, ¿realmente saben hacerlo? ¿O papá y mamá y ese entorno solo están respondiendo a sus propias programaciones inconscientes? Entonces lo que graba nuestro inconsciente en ese momento no es necesariamente lo mejor para nosotros.
¿Qué más hace para lograr esa supervivencia?
Hace interpretaciones, promesas o lealtades que sienta que le garantizan esa supervivencia.
¿cómo es eso?
Si, por ejemplo, que puede suponer… llegamos al vientre materno y mamá siente que no es el momento, que va a ser complicado, que la noticia va a generar problemas en casa; y nosotros que estamos dentro de mamá, aunque somos apenas perceptibles, tenemos inconscientemente toda la capacidad de sentir su entorno y hacer interpretaciones con base en eso que percibimos.
¿Qué podemos interpretar en un caso de esos, por ejemplo?
“Ahhh, soy problema para mamá”; y así es como creamos un programa: “soy un problema”. ¿Qué más podemos interpretar?: “no merezco vivir, si le he dañado la vida a la persona que me ha traído acá, no merezco estar acá”, o “si mi mamá me quiere, ¿por qué le asusta que este aquí?; pues es que no merezco vivir”. Estamos grabando así un programa de no merecimiento.
Es importante tener en cuenta que hay programas como personas existen; el inconsciente puede interpretar cosas diferentes dependiendo de las vivencias de cada uno. Estos son solo algunos de los ejemplos más comunes. Lo que es importare entender es que desde que llegamos al vientre materno empezamos a interpretar el entorno y a producir programaciones con la intención de garantizar nuestra supervivencia; por ejemplo, si soy un problema voy a hacer todo lo posible para agradar al otro, creo nuevos programas con base en esas vivencias: “ah, si vine a dañarle la vida a mamá, entonces voy a ser un hijo perfecto, para que mamá se sienta bien; si mamá está bien, yo estaré bien”.
Y así vamos creando programas que luego se ejecutarán inconscientemente y serán los responsables de la gran mayoría de nuestros resultados.
Hay que entender cómo funciona el inconsciente: él no entiende que eso que está grabado pueda no ser bueno para él. No es bueno ni malo, simplemente es lo que entiende que le ayudará en la supervivencia. Imaginémoslo como un computador que ejecuta programas: ante un virus o un programa gráfico, el computador solo ve comandos a ejecutar, no diferencia que uno le puede causar daño y el otro no, simplemente los va a ejecutar. Así mismo es el inconsciente: hasta que no entendamos que nuestro inconsciente gestiona nuestra vida seguiremos jugando un juego sin conocer las reglas, y no sabremos por qué estamos teniendo los resultados que tenemos.
¿Y cómo hacemos para entender nuestro inconsciente?
Observando nuestras emociones, los síntomas físicos y los resultados que estamos teniendo en nuestra vida. Son las primeras pistas para entender qué hay en nuestro inconsciente.
Recordar que lo que estamos haciendo acá es entender las reglas del juego: funcionamos a través de programas inconscientes. Entonces, en lugar de estarnos dando contra las paredes y de estar culpando a lo que sea que culpemos normalmente, empezamos a aceptar que en realidad sí tenemos unos programas, miramos qué programas son y nos permitimos cambiarlos. Se trata entonces de aprovechar la información que tenemos disponible, ponerla a trabajar a nuestro favor y aprender cómo es este juego llamado vida, y que podamos ser partícipes, no estar simplemente esperando que la suerte nos ayude; es dejar de pensar que lo que nos pasa es al azar y que realmente podemos gestionarlo.
¡Nos vemos en el inconsciente!
Aleph Echavarría Betancur
Reprogramación del Inconsciente